Siempre se pone a los niños como ejemplo de vitalidad, pero los mayores de la ciudad han demostrado que tienen las pilas bien cargadas a juzgar por la multitudinaria participación en todos los actos organizados con motivo de su semana festiva, que acabó ayer.

Era lo que se esperaba después de que en la inauguración de los actos abarrotaran el teatro Alkázar, donde mayores de siete hogares y de la residencia San Francisco demostraron sus dotes en el canto, el baile, el teatro o la poesía.

También mostraron a los placentinos su buen hacer con las manos en una exposición de artesanía realizada en Las Claras y, como la experiencia es un grado, quisieron compartir con los más pequeños juegos antiguos y ya casi en el olvido como la bilarda, las chapas, el arco o la comba. Lo hicieron recorriendo los colegios de la ciudad.

Charlas sanitarias

Pero la edad no perdona y, pese a tener energía, deben cuidarse. Por eso el ayuntamiento organizó controles sanitarios, que realizó el 112 y unas charlas impartidas por profesionales del hospital Virgen del Puerto, que han tratado desde la diabetes hasta el alzhéimer, pasando por el infarto de miocardio, el párkinson, el cáncer, la obesidad o la alergia al anisakis. Para terminar, una merienda saludable.

Y como no hay fiesta sin premios, los más longevos de los hogares y asociaciones de mayores recibieron una placa como homenaje. El cierre a esta semana tan activa lo puso una misa presidida por el obispo, seguida de una convivencia con la actuación de Plantagenet y donde los mayores pudieron revivir los bailes de los guateques.