El joven detenido el miércoles por un presunto abuso sexual a una niña de seis años se enfrenta a una pena de dos a tres años por tratarse de una menor, pero podría reducirse a menos de dos por su minusvalía psíquica como atenuante de unos hechos que todavía están en período de instrucción, aunque él permanece en prisión preventiva como medida cautelar.

Esta medida la había pedido el Ministerio Fiscal y aceptó el titular del juzgado número 1 porque apreciaron indicios racionales de que el placentino, de 34 años, podría haber cometido un delito de abuso sexual, que no agresión, según explicaron ayer fuentes de la investigación, que confirmaron que la pequeña está bien y no muestra un estado traumático. La niña desapareció durante 45 minutos mientras su madre hablaba desde la cabina de teléfono de San Esteban y tras una intensa búsqueda de todos los policías locales y nacionales de servicio, reapareció de la mano del detenido, que la llevaba de vuelta con su madre y no opuso resistencia alguna.

Prosiguen ahora las diligencias previas para probar si hubo o no abuso sexual y habrá que esperar a ver si se levantan las medidas cautelares o no.