La policía relata en las diligencias remitidas al juzgado número 4 las medidas de seguridad que se utilizan en San Lázaro para evitar la intervención policial, como el uso de dobles puertas de seguridad para retrasar la entrada de los agentes y poder deshacerse de la droga y útiles. También tienen sistemas rápidos para tirar la droga, como hogueras --en este caso una mujer intentó tirar una bolsa con droga al fuego y después se la metió en la boca para tragársela--, tuberías abiertas con gran caudal y pozos ciegos, además de la vigilancia exterior y fumadores interiores.

En este caso, se cree que la droga la compraban en Madrid o la recibían de familiares de la capital y las vendían en forma de 'papelinas' por un precio de entre 6 y 60 euros cada una, en función de la cantidad. "Este es un mensaje de aviso a los traficantes porque al final todos acaban en la cárcel", subrayó el comisario.