La Hermandad de Donantes de Sangre Virgen del Puerto necesita 11.000 euros para sobrevivir después de 24 años haciendo donantes hasta sumar a 15.000 a la causa. El SOS lo lanzó ayer su presidente, Pablo Vicente, a través de un carta pública donde la hermandad dice sentir desamparo desde que existe el Banco Regional de Sangre y donde reconoce que ha acumulado una deuda de 11.000 euros.

"Debemos las placas y distinciones que dimos a nuestros donantes en la pasada asamblea, los refrigerios consumidos por los donantes durante los meses de abril, mayo y lo que va de junio, los regalos adquiridos para entregar como recuerdo, después de su donación". Con este panorama, añade que la directiva celebrará una reunión monográfica pasadas las ferias para abordar las soluciones a un futuro "poco prometedor".

CONTRASTE Así lo ve la directiva, lo que contrasta con los elogios que nunca ha escatimado el director del banco de sangre a la labor modélica de la hermandad. Sin embargo, la carta denuncia "el estado de ambigüedad" desde que abrió el banco.

"Las peticiones --añade-- no son atendidas, nuestras sugerencias prácticamente ignoradas, las relaciones se limitan a las meramente protocolarias. Nuestra casi exclusiva función es canalizar los refrigerios a los donantes y servir de enlace con los colaboradores, además de hacer algún acto de promoción de forma aislada, atender, lo mejor que podamos, a los que donan en el hospital y dar los bocadillos en el ayuntamiento". Eso, advierte, "cuando deseamos creer que la hermandad no tiene nada que demostrar con 24 años de existencia, 15.000 donantes registrados y habiendo colaborado en la consecución de unas 75.000 bolsas de sangre".