El presunto autor del atropello podría enfrentarse a una pena mínima de 2 años y tres meses de cárcel y a una máxima de cinco años y seis meses de prisión, según recoge el Código Penal. Así, por conducción temeraria con manifiesto desprecio por la vida de los demás, la Ley establece prisión de dos a cinco años, multa de 12 a 24 meses y privación del derecho de conducir vehículos a motor de seis a diez años.

Según la policía, por conducir ebrio, la pena sería de prisión de tres a seis meses o multa de seis a doce meses y trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 90 días, más la prohibición de conducir de 1 a 4 años.