Dos hermanos se encadenaron ayer a una máquina expendedora de golosinas de su propiedad después que el ayuntamiento les avisara, la semana pasada, de que la retirarían "por ocupación de la vía pública".

Según explica Zeus González, uno de los dueños, la máquina se instaló en la calle Donantes de Sangre, 26 y "el 12 de diciembre entregamos la solicitud --explica-- y ahora el ayuntamiento dice que nos la retira por un tema de obras, pero es por ocupación de la vía pública", explicó.

Hasta el lugar acudieron varios policías, pero los dos hermanos finalmente se desencadenaron "por si nos la rompían", informó uno de ellos. Luego, han transmitido su queja al edil de Interior, Paco Martín, porque "no nos atendió correctamente", pero desde el consistorio aseguran que el tema compete a la concejalía de Urbanismo.