Las tres solicitudes de regularización de viviendas en la sierra de Santa Bárbara que han presentado los vecinos de tres zonas que aglutinan unas 200 viviendas ya están en manos de los técnicos municipales para estudiar sus posibilidades. Según señaló ayer el alcalde, «en cuanto supe que las registraron, me interesé por ellas y estamos a expensas de que los técnicos hagan el estudio correspondiente».

Se da la circunstancia de que una de estas viviendas, situada en la zona de Valdeolivos, está inmersa en la última fase de un expediente de disciplina urbanística y su dueño tiene ya una orden de ejecución de derribo. Por eso, ha decidido recurrir al juzgado para pedir el aplazamiento de esta orden hasta que se resuelva el proceso de regularización.

Porque según indicó ayer un portavoz de los vecinos, «en el caso de que se derribara y después se regularizara la zona, el propietario podría pedir al ayuntamiento daños y perjuicios».

Fernando Pizarro explicó ayer que está a la espera de la respuesta del propietario, en cuanto a si va a llevar a cabo la demolición de la vivienda o no porque, en este caso, la tendría que hacer el ayuntamiento de forma subsidiaria. Sin embargo, al judicializar el asunto, tendrá que ser un juez quien diga si debe ejecutarse el derribo o debe paralizarse hasta resolverse el procedimiento de regularización que permite el Plan General Municipal.