El ayuntamiento quiere continuar la tala de árboles llevada a cabo a primeros de año y prepara un nuevo inventario de árboles muertos o enfermos. Sin embargo, la asociación ecologista Sociedad Extremeña de Zoología confía en que no haya una segunda parte. De momento, va a denunciar la primera ante la Fiscalía de Medio Ambiente. Ya lo hizo ante el Seprona y ahora dará un paso más porque afirma que ha faltado un elemento indispensable, el informe de impacto ambiental.

«Las riberas del río están declaradas por la Red Natura como lugar de interés comunitario y eso significa que cualquier actuación que se produzca debe llevar un estudio de impacto ambiental», subraya el presidente del colectivo, Antonio Castellanos.

La Sociedad Extremeña de Zoología forma parte del Consejo Regional de Medio Ambiente, reunido recientemente y en el que Castellanos preguntó por los permisos de la primera tala. «Nos han dicho que no sabían nada y que no se había pedido permiso a la Dirección General de Medio Ambiente».

La asocición denunciará al ayuntamiento como promotor de la actuación porque fue el consistorio quien reclamó en numerosas ocasiones a la Confederación Hidrográfica del Tajo que actuara. Sus argumentos fueron que los árboles podían caer a los paseos y dañar a paseantes o ciclistas y que los del curso del río podían provocar desbordamientos. Para contabilizar los árboles que habría que talar se basó en un informe de una empresa gestionada por un profesor de Forestales. Castellanos pone en duda la rigurosidad de ese informe porque «nosotros fuimos a ver los árboles que estaban cortados y no estaban enfermos, al contrario, había colonias de murciélagos y rapaces nocturnas». Además, apunta que «nunca ha habido ningún accidente».

Denunciarán también a la CHT por haber contratado a una empresa para cortarlos sin informar a la Junta y, por tanto, sin el informe ambiental de la Dirección de Medio Ambiente, pero también a esta por dejación de funciones, ya que «los agentes de medioambiente deberían haber avisado de que se estaba cortando sin permiso. Como no avisaron, al Seprona le dijeron que todo estaba en orden y el daño ya está hecho».

Mientras preparan la denuncia, critican que se sigan cortando árboles y que lo haga la brigada verde porque la sociedad considera que no tiene formación específica para entender «la afectación sobre la fauna y ribera del río» que puede tener una tala.