Diez años de obras y varios meses esperando a que terminaran los remates y las últimas conexiones para poder trasladar los servicios sociales de base del ayuntamiento al edificio nuevo situado en la urbanización de La Mazuela. El alcalde anunció ayer que la próxima semana se hará el traslado, que según el personal durará en torno a una semana, con lo que los usuarios podrán ya acudir a la nueva sede en dos semanas.

Se trasladarán los servicios que hasta ahora se ofrecían en la última planta del ayuntamiento, que afectan a usuarios de la zona centro y norte, pero en el consistorio se mantendrá un retén de dos personas para atender a los vecinos del centro porque "mucha es gente mayor que tendría dificultad para trasladarse a la Mazuela", en palabras de Fernando Pizarro.

Según sus cálculos, son 20 personas las que trabajan en el consistorio en el ámbito de los servicios sociales, entre trabajadoras sociales, psicóloga, agentes de igualdad y la Concejalía de Familia también se ubicará en el nuevo espacio, al igual que la Oficina de Información al Consumidor. La próxima lanzadera de empleo trabajará también en el edificio.

AGENCIA DE DESARROLLO La que no se trasladará al edificio, pero sí ocupará parte del espacio que dejen libre los servicios sociales en el consistorio, será la agencia de desarrollo. Precisamente, el alcalde recordó ayer que fue un modificado del proyecto --aprobado inicialmente por la Unión Europea y subvencionado-- para construir una segunda planta en la que albergar la agencia de desarrollo la que provocó que Europa rechazara el proyecto y dejara de subvencionarlo, con lo que "nos ha costado a nosotros el dinero. El ayuntamiento ha pagado 300.000 euros de más por culpa de la mala gestión del entonces concejal de Fondos Europeos y hoy director general de Turismo, Francisco Martín", subrayó.

El edificio le ha costado unos 600.000 euros al ayuntamiento y en estos diez años, 5 empresas han participado en la construcción, con aplazamientos, renuncias e incumplimientos de alguna, a la que el ayuntamiento reclama daños y perjuicios.

Pizarro dijo que él habría preferido llevar el servicio a algún otro edificio municipal del centro, pero en el 2012 se encontró con la obra "a medio hacer".