Durante años, los vándalos han realizado pintadas en la muralla, sobre todo en la zona de la Torre Lucía, frente al colegio Alfonso VIII. En los últimos años se han multiplicado y también han llegado al acueducto. Ahora, la empresa de limpieza ha comenzado a eliminarlas, bajo la supervisión del ayuntamiento y la dirección general de Patrimonio con el objetivo de la limpieza no dañe la piedra.

Este ha sido siempre el principal escollo para no tocar este histórico monumento. Desde la candidatura a Patrimonio de la Humanidad, ha estado en la mente del ayuntamiento la necesidad de eliminar las pintadas, pero las consecuencias que pudiera tener para la piedra han retrasado que la iniciativa se llevara a cabo.

Además, desde la empresa de limpieza señalaban ayer: "No se puede actuar siempre que se quiere. Ha habido que pedir autorización a Patrimonio y enviarles una memoria de lo que pensábamos hacer y hemos actuado en cuanto hemos obtenido el permiso".

Así, un equipo de tres operarios ha comenzado esta semana con las labores de eliminación del grafiti. Han empezado por la Torre Lucía, frente al colegio Alfonso VIII y "supervisados por el responsable de la empresa, la aparejadora municipal y un técnico de patrimonio de la Junta".

Para quitar el grafiti utilizan una hidrolimpiadora y un eliminador de las pintadas. "Es un proceso muy lento porque primero se le echa el producto; se esperan quince o veinte minutos y, según el resultado, se echa más producto y con el mínimo de presión a las piedras y sin tocar las partes que se pueden deshacer", explicaban ayer desde la empresa.

De momento, "estamos contentos con el resultado" porque las pintadas se están eliminando sin afectar a la piedra ni que se pueda apreciar, una vez seca, un tono diferente entre la piedra limpiada y la que no se ha tocado. No obstante, "en cuanto hay algún tipo de duda, se para y se consulta a los técnicos".

Ayer llegaron ya hasta la propia Torre Lucía y hoy seguirán por la puerta del Carro con la intención de trasladarse después al acueducto. El deseo de todos los implicados es que los vándalos no vuelvan a dañar los monumentos. "Esto se hace para que perdure, esperemos que lo respeten", subraya la empresa.