La Federación de Protectoras de Animales de Extremadura (FEPAEX) denuncia que ha encontrado el cadáver de un perro, cruce de labrador y mastín, castrado con una navaja en una finca de Malpartida de Plasencia.

El informe veterinario dice que el animal, que fue hallado el 11 de febrero, presentaba "varios signos que demuestran la crueldad a la cual había sido sometido, sospechosa de causarle la muerte", según el colectivo.

En el perro se apreciaban, según el informe, dos incisiones en la zona testicular para extraerle los testículos, sin rastro de haber sido practicadas por algún profesional veterinario, ya que "no eran limpias y precisas propias de cualquier cirugía para la esterilización en machos".

Tampoco había rastro de material de sutura (hilos o grapas) y tenía una gran necrosis de toda la zona, "la cual no se habría producido tras una buena cirugía y un buen postoperatorio", infección e infectacción de las heridas, lo que muestra que no se realizó limpieza ni cura de las heridas, y numerosas larvas de moscas en su interior y exterior, según el comunicado.

"El animal muestra signos de automutilación y pataleo, los cuales nos pueden reflejar el posible sufrimiento y agonía antemortem", precisa el informe que recoge la FEPAEX.

La Federación de Protectoras de Animales de Extremadura denuncia los hechos ante el Servicio de Protección a la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil de Cáceres, pero realiza un llamamiento a la colaboración ciudadana para localizar al dueño del animal con el fin de que se haga justicia.

Esta organización está segura de que este perro, un macho de color blanco y que no tenía microchip, debe de ser conocido en la zona, ya que "era inmenso y precioso".