Aprender a organizarse en una vivienda, además de hábitos de alimentación e higiene personal, entre otros, es lo que podrían hacer los enfermos mentales crónicos si en la ciudad existiera un piso-escuela. Para conseguirlo, la concejalía de Bienestar Social del ayuntamiento y la Asociación de Familiares de Enfermos Mentales de Plasencia y Comarca han pedido conjuntamente una reunión con la consejería de Sanidad para plantear el proyecto.

El piso-escuela se destinaría a los 43 usuarios del Centro de Rehabilitación Psicosocial y solucionaría también el problema que tienen más del 50% de estos enfermos que al proceder de otras localidades tienen que ajustarse al horario de los transportes públicos y hasta que comienzan las terapias o actividades no saben qué hacer en la ciudad. "De esta manera podrían pasar en el piso el tiempo que ahora no pueden aprovechar", señaló ayer la edil de Bienestar Social, Raquel Puertas, que además incidió en que el proyecto no sería costoso ya que únicamente sería necesario pagar el alquiler de la vivienda y contratar a un monitor.

Por otro lado, la asociación de enfermos mentales recibió ayer del alcalde el compromiso de buscar un local para acoger un club de ocio al que los enfermos puedan acudir para realizar actividades, e incluso dotar de mobiliario la instalación. También le pidieron en una reunión en el ayuntamiento más monitores y un profesional que se encargue de coordinar las actividades.