La escombrera municipal, ubicada en la carretera de Salamanca, ha vuelto a sufrir un nuevo incendio. El ayuntamiento la clausuró en octubre del 2006 al reconocer que estaba saturada de escombros y basuras, pero aún no la ha sellado, por lo que cada verano se repiten los fuegos.

El primero de este año se produjo la noche del jueves y los bomberos tuvieron que utilizar 10.000 litros de agua para sofocarlo para evitar que las llamas pasaran al monte anexo de Valcorchero. Hace justo un año, otro fuego sí se extendió al monte y quemó 20 hectáreas de pastos y alcornoques.

Los bomberos avisan que este tipo de fuegos son muy difíciles de sofocar porque "están bajo tierra y se van consumiendo como un brasero. Además, el calor y el viento pueden extenderlo, así que lo mejor es sellarlo con arena". La noche del jueves tuvieron que acudir en dos ocasiones a la escombrera, de las 22.30 a las 23.45 horas, la primera vez y desde las 2.50 hasta las cuatro de la madrugada, la segunda y ayer aún seguía saliendo humo.

Pese a que el ayuntamiento cerró la escombrera, aún no está sellada, algo que deberá hacer la empresa que resulte adjudicataria del servicio de tratamiento de residuos de la construcción.

La federación de la construcción llevaba años advirtiendo de que la escombrera estaba saturada y ecologistas de la necesidad de cerrarla y sellarla, algo obligatorio por ley desde el 2005, pero el anterior concejal de Medio Ambiente dejó pasar la legislatura y ahora su sustituto espera que la próxima semana se pueda adjudicar el servicio. Aún así, la empresa tendrá cuatro meses desde la firma del contrato para sellarla y restaurarla desde el punto de vista ambiental y construir en otra zona de la ciudad una planta de reciclaje.