Vistos los resultados de su iniciativa, la esgrima va a dejar de ser un deporte minoritario, al menos en Plasencia. La Sala de Armas Plasencia, que empezó a funcionar hace tres años como asociación cultural y se constituyó después como club, decidió el año pasado promocionar este deporte en los centros educativos para que los estudiantes «sepan que existe en Plasencia», su historia, el material, la práctica y sus beneficios como deporte, «el único olímpico» made in Spain, según subraya la presidenta del club, Rosa Garzón.

Al quedarse este curso sin escuela deportiva por falta de tiempo para la inscripción, optaron por acudir directamente a niños y jóvenes para darle difusión. Así, han visitado ya varios colegios y algún instituto, e incluso darán el salto a las comarcas.

Varios maestros, entrenadores y técnicos deportivos, algunos campeones regionales y nacionales, como la propia Garzón, subcampeona de Extremadura, acuden una mañana al centro e interactúan con los alumnos. Les exponen el material y después, les dan una clase práctica, con participación de los chicos, para «que sientan la sensación de llevar el traje, la máscara y el arma y disfruten de ella». Incluso tienen unidades didácticas.

Los pequeños están encantados con la experiencia y la Sala de Armas, también. Incluso, Garzón destaca que varios se han apuntado ya al club al ver in situ cómo es este deporte. «Hemos tenido cuatro altas en dos semanas».