La exalcaldesa Elia María Blanco ingresó en la cárcel de mujeres de Brieva, en la provincia de Ávila, el 12 de mayo del 2015 y saldrá por primera vez de la prisión mañana viernes día 19 de febrero. Han pasado más de 9 meses, en los que su abogado ha solicitado en varias ocasiones la concesión de permisos, pero todos les han sido denegados, "cada uno con su propia justificación", señala el letrado José María Gómez. Ahora se le concede el primero, por un fin de semana.

Blanco fue condenada por la Audiencia Provincial de Cáceres a una pena de dos años y un día de prisión por un delito continuado de fraude y un delito continuado de prevaricación. Las mismas penas que se impusieron al exconcejal de Deportes Enrique Tornero y al constructor José Antonio Romero por los mismos delitos. Sin embargo, según fuentes consultadas por este periódico, Romero no tardó en salir de prisión y desde hace varios meses ha retomado su actividad laboral, mientras que Tornero ha disfrutado ya de varios permisos penitenciarios.

Ante esta diferencia con respecto a la situación de Blanco, su abogado solo apunta que "estamos en juzgados de vigilancia diferentes y en comunidades autónomas distintas". No obstante, considera que todo lo que ha sucedido en torno a Blanco es excesivo. "Me parecía excesivo el primer día" de cárcel, e "injustificada" la no suspensión de la condena --que solicitó al juzgado de lo Penal de la ciudad-- mientras el Consejo de Ministros resolvía su petición de indulto, que por otro lado aún no ha recibido respuesta. También el abogado presentó un recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional. "Parece que está pagando lo suyo y lo de los demás", zanja.

En todo caso, ya ha cumplido más de un tercio de la condena y, a partir de un cuarto, es decir, en su caso de los 6 meses, se puede solicitar la concesión del tercer grado penitenciario, que permite al condenado salir de prisión como mínimo todos los fines de semana. Fuentes socialistas apuntan que el hecho de no haber salido antes puede deberse a que no ha mostrado arrepentimiento, aunque el abogado no confirmó este hecho. No obstante, Blanco ha defendido siempre su inocencia, pese a las resoluciones judiciales, y arrepentirse supondría reconocer que cometió los delitos.

Con su ingreso en prisión se cerró el denominado 'caso Plasencia', que consistió en adjudicaciones ilegales de obras (fraccionándolas para no tener que sacarlas a concurso público) al constructor José Antonio Romero. Además de este y Tornero, fueron condenados a penas de inhabilitación otros tres exediles: Francisco Barbancho, Blas Raimundo y Mónica García.