Santiago Martínez Acebes, que se ganó el cariño y el aprecio de los placentinos durante los cinco años que fue su obispo, falleció ayer en Madrid a los ochenta años y su funeral será mañana en la catedral de Burgos, de donde era arzobispo emérito. Hoy estará instalada la capilla ardiente en la Facultad de Teología.

Nacido en 1926 en la localidad leonesa de San Cristóbal de la Polantera, ocupó sucesivos cargos en España, pero también en Roma, donde fue director espiritual del colegio español y consejero del director general de la hermandad, y en México, donde se le confió una parroquia en 1977. El siguiente fue el de rector del seminario mayor de Toledo para ser nombrado después, en diciembre de 1987, obispo de Plasencia aunque fue ordenado el 6 de marzo de 1988 en la catedral hasta que el 30 de octubre de 1992 fue proclamado arzobispo de Burgos. Celebró el octavo centenario de la fundación de la diócesis de Plasencia.