La trágica muerte de Javier J.S. salvará otras vidas. Ese es el consuelo de la familia y los amigos del joven que falleció este fin de semana tras un accidente en el ferial del Berrocal y que ayer estuvieron arropados por una multitud de personas y en su mayoría jóvenes que acudieron a despedirle al cementerio municipal de Santa Teresa.

La familia tuvo el generoso gesto de autorizar una extracción múltiple de órganos que servirá para salvar otras vidas y que supone cierta resignación en momentos tan dramáticos. El joven desaparecido tenía 24 años y era muy apreciado en la ciudad, donde residía desde hace doce años con sus padres y un hermano mayor procedentes de Argentina.

Javier cayó de un coche en marcha la noche del sábado durante el botellón que se celebra en el ferial del Berrocal y, tras recibir los primeros auxilios del 112, el Hospital Virgen del Puerto le trasladó al Infanta Cristina de Badajoz, donde murió la tarde del domingo como consecuencia de un traumatismo cranoencefálico. Acto seguido se produjo la donación de los órganos.

CONSTERNACION

Las trágicas circunstancias de su muerte han causado una gran consternación en la ciudad máxime al tratarse del recinto municipal que acoge cada fin de semana o festivo a cientos de jóvenes para celebrar el botellón . Pero ayer ya había trascendido la noticia de la donación y la opinión pública valoró la entereza de esta familia, cuyos padres son muy conocidos en los hospitales de Plasencia y Coria donde trabajan.

Según los datos más recientes de la Unidad de Coordinación Regional de Trasplantes, los placentinos y comarcanos son los extremeños más generosos en donación de órganos y este ejemplo viene a corroborarlo. La normativa es muy celosa de la intimidad de emisores y receptores de órganos, pero lo cierto es que varios anónimos enfermos han recibido ya una esperanza de vida gracias a Javier.