Nunca se vio en Plasencia a tanto famoso por metro cuadrado.El acontecimiento social y cultural del año se vivió la noche del sábado gracias a los premios nacionales de la música y las artes Pop Eye, donde se mezclaron talentos «emergentes» como Ladilla Rusa y figuras consagradas como Loquillo, Verónica Forqué o Adolfo Domínguez.

La XIV edición de los premios recaló en Plasencia gracias a la asociación Bon Vivant, al apoyo del ayuntamiento y con el patrocinio de El Periódico Extremadura. Las entradas por invitación para la gala en el teatro Alkázar se agotaron y a sus puertas, numerosos placentinos esperaron pacientes a que llegaran los premiados, móvil en mano, para inmortalizarles.

Escoltados por los Buitres Leonados de Cáceres en moto y en un vehículo negro iban acudiendo las celebrities y arrancando aplausos: Christina Rosenvinge con Estrella Morente; directora y presentadora de Atención obras y, por último, Loquillo con Verónica Forqué.

La gala empezó puntual y, desde el primer minuto, sorprendió el desparpajo y tablas de su presentadora, Roma Calderón, que llevó la gala con mucho humor, tres cambios de vestuario y ofreciendo tequila a los premiados. El público no paró de reír con ella.

Sorprendieron para bien los números musicales, que abrió la cacereña Chloé Bird, premiada por tercera vez. Emotivo fue el premio para el placentino Isidro Ortiz, que se enamoró del cine en el Alkázar y Christina Rosenvinge elogió las bondades de Extremadura y Plasencia: «que no os cambien ese tren cochambroso que tenéis porque Extremadura lo peta», dijo.

Solo faltaron la diseñadora Sybilla y Enrique Urbizu, director de la serie Gigantes, que mandó en su lugar al director Fernando Colomo. Hubo tiempo también para recordar a los fallecidos, momento de emoción con música de Camilo Sesto; para una oda a Cervantes de Adolfo Domínguez y el desternillante vídeo de Ladilla Rusa con la canción Kit y los coches del pasado. Pasada la medianoche terminaba una gala que nada tuvo que envidiar a los Goya.