Lleva cuatro años inscrito en la oficina del Sexpe de Plasencia. Feliciano Nieto es uno de los 5.836 parados de la ciudad que ayer quiso contar públicamente su caso a las puertas del ayuntamiento y que hoy acudirá a la asamblea de personas desempleadas. Porque considera que "si no nos movemos, no conseguimos nada y esto se tiene que solucionar porque, si no, tiene que reventar por algún lado".

Es uno de los muchos parados mayores de 45 años de la ciudad. Tiene 52 y con 48 perdió su empleo en la construcción. Está casado y tiene dos hijos y el único ingreso que entra en casa es la prestación de 372 euros que recibe porque su mujer tampoco trabaja.

Tiene suerte de no tener hipoteca, pero debe afrontar los gastos típicos de una familia de cuatro miembros y cuando se le pregunta cómo hace para llegar a fin de mes, encoge los hombros. "Para Urdangarín, un sueldo de 200.000 euros no es lo suficientemente bueno y este hombre y su familia tienen que sobrevivir con menos de 400 euros", comenta a su lado otro desempleado que se ha cansado de permanecer pasivo, Manuel Rodríguez.

Ambos señalan que están "dispuestos a salir dónde sea a buscar trabajo", e incluso a emigrar a otro país si fuera necesario, pero preferirían conseguirlo en la ciudad para no tener que emigrar. Por eso, recurrirán al ayuntamiento o "veremos medidas de presión".