Un respiro frente a la crisis. Es lo que ha tenido el sector de la hostelería durante los dos fines de semana que ha durado la feria de la tapa y que además, en el caso de este último fin de semana, se ha alargado en el tiempo gracias al puente festivo del Día del Pilar.

Todos los hosteleros consultados coinciden en los buenos resultados conseguidos gracias a una feria de la tapa que este año ha llegado a su séptima edición y que nació con el fin de atraer el consumo y a los turistas en unas fechas que tradicionalmente no son buenas de cara al turismo. Eso sí, la crisis ha afectado porque el consumo no ha sido tan alto como en ediciones anteriores, pero los hosteleros se dan con un canto en los dientes y bendicen la iniciativa.

Así, desde un establecimiento de la periferia, el restaurante Los Monges, José Monge señala que la feria de la tapa "ha estado más floja que otros años", pero el resultado ha sido positivo porque "todo lo que se ha puesto ha salido", incluso destacan que el aluvión de clientes fue tal durante el fin de semana que "el domingo por la noche ya no pudimos poner tapas porque no teníamos material".

Por su parte y, como ejemplo de un bar de la zona centro, desde la cervecería El Globo, Fran Castellano no duda de que la feria ha terminado "mejor de lo que esperábamos porque con la crisis nos temíamos que iba a venir menos gente. Pero con motivo de la feria, la plaza Mayor tiene movimiento y se nota".

Reconoce que con cuatro días de feria no se va a salvar la crisis, pero "al menos sirve para mover un poco la caja".

En lo que coinciden Monge y Castellano es en destacar que la feria se ha concentrado este año en el fin de semana, es decir, viernes, sábado y domingo, mientras que miércoles y jueves, no ha habido mucho movimiento. Además, ambos resaltan la afluencia de turistas. "Se nota claramente cuando la gente te pregunta qué te debe por el pincho y se sorprenden de que sea gratuito", comenta Monge.

En el caso de los bares de la periferia, la feria ha coincidido en parte con el puente festivo, por lo que les ha beneficiado, aunque los bares del centro también han notado la presencia de turistas --ayer era evidente en las tiendas, bares y en el aumento del tráfico--. "Ha venido mucha gente de fuera y eso también se ha notado en la caja, hoy (por ayer) no hay más que ver que todas las veces que pasa por la plaza el tren turístico está lleno", destaca Castellano.

Ambos y el resto de hosteleros esperan que de ahora en adelante la crisis comience a remontar y no dudan de que el próximo año volverán a participar en la feria de la tapa.