Es joven aunque encaja con el calificativo de sobradamente preparado, por su formación como maestro; su faceta de director del coro Ars Nova y sus conocimientos del Patrimonio y la Historia local. Además, atesora doce años de experiencia en el ayuntamiento, cuatro de ellos en el gobierno. Ahora, en solo cuatro meses, ha pasado de presidir el PP local a ser candidato a la alcaldía.

--En unos meses ha dado un gran salto, al pasar de concejal de la oposición a candidato del PP a la alcaldía. ¿Cómo lo ha vivido?

--Ha sido un proceso de seis meses especialmente emocionantes en la vida política del partido por todo lo que ha sucedido de renovación y unidad del partido y, para mí, han sido los seis meses más emocionantes en mi vida política en los últimos 12 años, aunque también suponen una carga de responsabilidad importante.

--¿Y qué hay de ese cara o cruz entre Miguel Cantero y usted?

--La actitud de los dos como candidatos siempre ha sido de lealtad al partido permanentemente y de acatar lo que el partido decidiera. Ninguno de los dos esperábamos nada, pero sabíamos que iba a ser uno el elegido. Aún así, no estábamos especialmente nerviosos y no planteamos una guerra para conseguir nada. Dejamos que el partido decidiera el futuro de cada uno.

--Ahora que usted ha sido el elegido, ¿qué puede ofrecer?

--Uno siempre tiene un proyecto de ciudad y ahora lo que tengo es la posibilidad de compartirlo con los ciudadanos y de enriquecerlo con sus propuestas y la responsabilidad es mucha, por eso he querido dar las gracias a todo el mundo que ha confiado en mí.

--Pero se le puede achacar que es demasiado joven y no tiene tanta experiencia como Elia Blanco para arrebatarle la alcaldía...

--Yo tengo la humilde experiencia de llevar doce años de concejal. No soy un profesional de la política como Elia Blanco, porque no vivo de esto, pero mis herramientas son otras, como un concepto del diálogo y el consenso que permita dar solución a las demandas de los ciudadanos y de eso carece el PSOE y Elia Blanco ha dado muchas muestras de que no es capaz de conseguir esto. Yo ofrezco un proyecto ilusionante frente a un proyecto acabado. Además, a la experiencia hay que añadir un sentido de ciudad vinculado no solo a las ideas del partido y un ejemplo es la estación del AVE, una oportunidad que Elia Blanco ha perdido por doblegarse a los intereses de su partido.

--¿Se ve ganador?

--Uno cuando se presenta lo hace para ganar. Me enfrento a esto con humildad y respeto. He vivido tres elecciones y la última palabra la tienen los ciudadanos. Ahora tengo unos meses para trasladarles mi proyecto y recibir sus aportaciones.

--¿Y si pierde?

--Es el juego de la política. Se puede ganar o perder, pero de las dos maneras seguiré defendiendo los intereses de la ciudad.

--¿Le preocupa que le voten por no votar al PSOE?

--El PSOE está desgastado y eso nos favorece, pero espero que la gente no nos vote solo por eso. Quiero que nuestro proyecto lo hagan suyo y en eso nos vamos a dejar la piel, para convencerles de que somos la mejor opción.

--Hay quien duda de que no veamos una nueva escisión dentro de su partido.

-El PP ha aprendido mucho de sus errores y desde la asamblea del 3 de marzo se ha puesto de manifiesto la unidad del partido. Por eso, no tengo ninguna duda de que el partido no sufrirá ninguna escisión en este proceso porque así lo han manifestado todas las voluntades del partido.

--¿Qué tipo de personas quiere que le acompañen en la lista?

--La decisión recaerá sobre el comité electoral, pero por los tiempos actuales, busco un perfil de tecnócrata, es decir, que cada responsabilidad del ayuntamiento recaiga sobre gente que realmente entienda del campo que va a dirigir. Pero somos políticos y también busco un perfil de servicio, de escuchar al ciudadano. Además, es inevitable que haya personas con experiencia y otras nuevas.

--¿Ha preparado a la familia?

Conocí a mi mujer cuando ya era concejal y mi madre y mi hermana sufren los avatares de la política desde hace tiempo, pero evidentemente, no puedes asumir este reto sin tener el apoyo de la gente que convive contigo y yo lo tengo.