El trapicheo de droga en los centros de secundaria era una preocupación de la policía local desde que los agentes tutores destinados a los centros educativos dieron la alarma sobre la compra-venta de sustancias y el consumo, sobre todo de porros , en los exteriores de algunos centros. De ahí que la Concejalía de Interior decidiera comprar un perro policía adiestrado para detectar todo tipo de drogas. Llimi ha comenzado a trabajar en los centros con el inicio del curso y el alcalde ha manifestado que, gracias al can, "casi se ha erradicado al 100% el trapicheo en los centros de secundaria".

Así se lo manifestó el intendente policial a los directores de los centros educativos que participaron en la reunión sobre seguridad ciudadana celebrada en el ayuntamiento. Según explicó Fernando Pizarro, el intendente les presentó un informe del trabajo policial y ensalzó, tanto el trabajo de los agentes tutores, que han terminado prácticamente con el absentismo escolar, como el del perro policía.

Aunque la policía local no tiene las competencias en materia de tráfico de drogas, la presencia de Llimi en los alrededores de colegios e institutos ha conseguido prácticamente el objetivo propuesto en solo dos meses.

El perro fue una apuesta del concejal de Interior, José María Nisa, a instancias del intendente. El ayuntamiento lo compró y, junto al policía que hace de guía o compañero, recibieron un curso de adistramiento para poder detectar todo tipo de drogas. Ambos superaron el curso y finalmente en septiembre han podido comenzar su trabajo.

Pero además de recorrer el entorno de colegios e institutos, el perro policía muestra sus habilidades a los escolares en distintas charlas y exhibiciones que la policía ha venido realizando desde que lo adquirió. La última ha sido esta semana en la entidad local menor de Pradochano.