De los informes remitidos por la Comisión Ejecutiva Provincial y la Comisión Ejecutiva Regional se desprende con absoluta claridad que la vida orgánica del partido se encuentra inmersa en un clima de enfrentamiento y confrontación que imposibilita la existencia del adecuado clima de trabajo y discusión". Es la razón fundamental que la Comisión Ejecutiva Federal da para disolver la agrupación local del PSOE de Plasencia.

Así se refleja en la carta que informa a los "militantes" y "compañeros" del partido de la resolución de Ferraz sobre la disolución de la agrupación. Les informa también de que podrán solicitar el reingreso ante la Comisión Ejecutiva Regional o Provincial. Pero la resolución de Ferraz no hace mención, como motivos de disolución, a la petición de suspensión de militancia para los imputados por presunto alzamiento, ni a los informes del comité local sobre uso injustificado de dinero por parte de Mireya Conejero, Ramón Pedro Rubio y Puerto Martín.

Además, en los antecedentes del acuerdo, donde hace referencia a la petición de disolución de la Provincial, tampoco aparecen ninguno de estos dos motivos. En el caso de la provincial, señala que se motiva "en la existencia de una insostenible situación de conflicto orgánico, como ponen de manifiesto la dimisión de la anterior Comisión Ejecutiva Municipal, el nombramiento de diversas gestoras, agresiones y denuncias entre los militantes. Situación que ha tenido reflejo en los medios de comunicación".

También señala Ferraz que el informe favorable a la disolución de la Comisión Ejecutiva Regional --que llegó a la Federal el 19 de febrero, aunque se aprobó el 18 de enero-- "pone de relieve que los hechos que vienen teniendo lugar en la agrupación han hecho que haya dejado de ser la refencia en la ciudad por sus propuestas, para serlo por sus luchas internas y denuncias".

Con todo, Ferraz recuerda que, según sus estatutos, tiene potestad para tomar las medidas necesarias para "restaurar la normalidad". Precisamente, señala en su acuerdo que "tras la dimisión de la anterior secretaría general y la constitución de una gestora, la vida de la agrupación no ha logrado alcanzar la normalidad".

Además, considera demostrado que el clima de conflicto no se ha quedado en la esfera interna sino que "ha trascendido a la opinión pública y a la esfera institucional; contaminando el ejercicio de las responsabilidades políticas de los cargos electos de la agrupación".

Esto, dice, ha "erosionado de una manera muy seria la credibilidad del partido, dañando nuestra imagen como opción de gobierno". Porque incluso, Ferraz señala "el estado de confrontación política en el seno del propio grupo municipal".

La Federal destaca los "esfuerzos" de la ejecutiva regional y federal, pero señala que "este clima de crispación no ha podido evitarse", por lo que Ferraz interviene "para permitir que el partido cumpla con su función de representación de la ciudadanía y a la normalización en el menor tiempo posible de la vida orgánica del partido".

Quién entrarará ahora en el partido, Ferraz lo deja en manos de la ejecutiva regional y provincial, a quienes corresponde "la dirección política y la gestión de los intereses del partido" y respecto a los militantes "que desempeñen un cargo público o un cargo orgánico de ámbito superior", dice que mantendrán su condición de militante, previa solicitud, "siempre que no hayan tenido ninguna relación con los motivos de la disolución".