Los niños serán los últimos en disfrutar del ambiente de feria. Mientras los adultos han vuelto al trabajo y, pese a que los colegios han retomado las clases, los más pequeños podrán ir por la tarde al Berrocal y aprovechar los precios superpopulares de las atracciones de feria. Además, para facilitarles el traslado, los autobuses urbanos han adelantado su hora de salida al ferial y el servicio comenzará a funcionar a partir de las 18.00 horas.

Serán los últimos coletazos de una feria que, según el sentir general, ha tenido menos público que otros años, sobre todo a la hora de las cañas , ya que sólo el sábado las bares y las calles estuvieron a rebosar. Las de ayer también fueron cañas tranquilas y tardías, aunque las charangas volvieron a animar a los que aprovecharon hasta el último día. Era de esperar tanta calma en el lunes de resaca porque aún a los incondicionales del cañeo se les pegaron las sábanas después de la última noche de fiesta. El resto aprovechó para empalmar con la siesta y descansar para volver hoy a la rutina.

Pero no sólo las cañas , la ciudad se levantó tarde porque a las doce del mediodía, apenas había turistas, familias y mayores en la plaza. Incluso el personal del servicio de limpieza limpiaba a esas horas los restos del botellón celebrado la madrugada del domingo en la Torre Lucía.

FUEGOS PELIGROSOS

El ferial vivió también el domingo su última noche, menos concurrida que el sábado, pero al completo, sobre todo en las casetas por las cenas de despedida. Los caseteros y feriantes volvieron a apurar hasta el amanecer. Pero los fuegos artificiales siguen teniendo su tirón y ayer, muchos placentinos volvieron a subir al Berrocal para despedir la feria del 2003 con las tracas y dar la última vuelta por las atracciones. Eso sí, el propietario de la gasolinera de Feycar se quejó de la proximidad de los fuegos, ya que el miércoles cayeron cascotes en la marquesina e incluso uno taponó una salida de gases.