La agencia municipal de desarrollo no cifra en cuántos metros la demanda de suelo industrial supera a la oferta, pero la realidad es que la falta de terreno provoca una fuga de empresas locales a Malpartida y otros municipios cercanos. Este es el camino que seguirá a final de año Espagry Ibérica, filial de un grupo italiano con quince trabajadores que llega a casi cien durante la campaña de la cereza.

Dos años lleva esperando su gerente, Ricardo Mantaut, a que el ayuntamiento saque suelo al mercado para poder ampliar la fábrica que tiene actualmente en el polígono municipal, pero finalmente el ayuntamiento chinato le ha ofrecido los 80.000 metros que necesita. "Es lamentable que nos tengamos que ir, pero Plasencia no da prioridad al fomento empresarial y si no tienes un padrino político todo es muy complicado, cuando nosotros no queríamos que nos regalaran nada, sino comprar suelo".

Esta empresa estuvo en conversaciones con el gobierno anterior para optar a una posible subasta del terreno de Gresiber que el actual ha cedido después a Printone a través de Fomento de Extremadura. "Uno se desencanta --confiesa el gerente de Espray Ibérica-- cuando luego te enteras que se lo ceden gratis a una empresa con promesas de empleo y te empiezas a sentir demasiado poco importante".

Esta empresa exporta cereza de industria a todo el mundo con una facturación anual de seis millones de euros y empezó en Plasencia en 1995 con sólo cinco empleados.