La concejala de Obras, Mónica García, ha pedido a su compañero de gobierno y edil de Seguridad, Blas Raimundo, que intensifique la vigilancia policial en la calle Talavera por la noche, sobre todo durante los fines de semana. El propósito es que no se repitan los actos vandálicos del fin de semana, en que los gamberros se dedicaron a romper las tuberías provisionales que colgaban sobre las aceras y a echar agua a borbotones en los escaparates de las tiendas, además de derribar las vallas de obra.

De hecho, tras estos actos, los comerciantes pidieron vigilancia, temerosos de que el vandalismo vaya a más y se encuentren una mañana con destrozos importantes en sus comercios como ocurrió en la calle del Sol.

También los propios trabajadores de la empresa que lleva a cabo las obras creen necesaria más vigilancia porque para ellos supone un perjuicio, además de un retraso por tener que reparar lo que rompen los vándalos.

Con todo, el edil de Seguridad aseguró ayer que "la policía ya está vigilando", pero avisó que no puede designar a alguien permanentemente a la calle porque "hay llamadas desde cualquier punto de la ciudad y también las tienen que atender".