Mejorar la imagen de la zona centro de cara al turismo y a la candidatura de Patrimonio de la Humanidad, pero también para conseguir que "sea un centro vivo, que viva la gente", en palabras del concejal Francisco Martín. Con estos objetivos, el gobierno ha requerido ya el arreglo de más de 50 fachadas del casco histórico y ha promovido además la pintura y limpieza de edificios destacados.

La iniciativa de requerir a los propietarios de casas en mal estado de la zona intramuros su arreglo surgió en el 2008 a instancias de la concejala de Patrimonio, Mónica García. Desde entonces, el equipo de gobierno ha ido haciendo requerimientos por tandas , con la petición de que sus dueños llevaran a cabo una puesta a punto en materia de pintura, canalones, balcones y ventanas, en algunos casos, no solo por decoro, sino también por seguridad, como ha señalado la propia García.

Las peticiones de adecentamiento se han dirigido a propietarios de inmuebles de las calles Las Claras, Trujillo, Morenas, Borrego, Nueva, Blanca, Hurón, Calvo Sotelo, Resbaladeros de Las Capuchinas y San Martín, calle del Rey, Jardines, Esparrillas, Sol, Zapatería, Coria, Las Peñas, Podadores o Ronda del Salvador.

En todos los casos, el gobierno advierte de que, si no actúan los dueños, lo hará el ayuntamiento y después les pasará la factura, pero Mónica García también ha informado de que pueden solicitar ayudas económicas a la oficina del Area de Rehabilitación Integral de la Junta, ubicada en la calle Santa Clara.

Mientras el ayuntamiento pide a los particulares arreglar sus inmuebles, el concejal de Desarrollo Económico, Francisco Martín promovió el año pasado el adecentamiento de edificios públicos a través de un convenio con la Fundación Premysa, de Béjar, y del que se benefician los desempleados.

Hasta la fecha, estos operarios han pintado ya las fachadas de la plaza de abastos, el teatro Alkázar, el obispado, el seminario, Las Claras, los soportales de la plaza Mayor --la semana pasada hacían un nuevo repaso-- y también están en la lista Santa María y la comisaría de policía, además de farolas, bancos y barandillas de parques.

Todo persigue un mismo objetivo: "Renovar el centro residencial y conseguir que tengamos un centro vivo", en palabras de Martín, que une estas iniciativas al centro comercial abierto y la renovación de calles.