Hasta 221 vehículos han visitado en lo que va de año el depósito municipal de Capote, lo que revela que la grúa municipal retira de las calles placentinas 49 coches de media al mes, según datos facilitados por la policía local. En euros significa que el ayuntamiento ha ingresado desde enero alrededor de 11.823 euros en cifras estimativas, porque nunca ha rendido cuentas, a razón de 53,50 euros cada vez que la grúa municipal se lleva a Capote un turismo o una furgoneta que impida la circulación en las calles placentinas.

Aunque si lo engancha, pero no llega a trasladarlo al depósito municipal porque aparece su dueño, la tasa es de 33 euros. Cada hora que pasa en depósito, sin embargo, cuesta 1,30 euros. Estas son las tarifas para turismos, furgonetas y demás vehículos de hasta 1.200 kilos que establece la ordenanza municipal. Para recuperar las motocicletas y ciclomotores, los menos, el propietario tiene que pagar 16,50 euros y 65 por los vehículos de 1.200 a 5.000 kilos.

Al ritmo que va el 2004 es previsible que el año termine como el anterior, en que fueron 575 los vehículos retirados de la vía pública. El 2002, sin embargo, el número se elevó a 789 coincidiendo con la primera vez que el ayuntamiento asignaba a un policía local al servicio de grúa que gestiona una empresa privada.

PARON DE CONTROLES Eso no ha vuelto a ocurrir y fuentes policiales advierten de que no hay ningún afán recaudatorio. "Si fuera así --insisten-- serían muchos más los coches que acaban en Capote por estar mal aparcados, pero sólo se llevan los que están obstruyendo la circulación". Pero muchos de los que acabaron en Capote en los primeros meses del 2004 se debieron más bien a los controles de documentación que empezó a hacer la policía local con motivo de la entrada en vigor de una modificación de Tráfico que obliga a inmovilizar durante un mes a los vehículos conducidos por personas sin carnet. En dos meses llegó a sorprender a diecisiete conductores sin el permiso.

Llegaron a hacerse cerca de mil controles de tráfico y a inmovilizarse tantos vehículos por este motivo, carecer del seguro obligatorio o no haber pasado la ITV que se colapsó el depósito y la concejala delegada, Josefa Pérez Camisón, y el entonces jefe en funciones, el subinspector José Antonio Quijada, pidieron por escrito a la alcaldesa su ampliación. Ya no ha hecho falta porque desde entonces la policía local no ha vuelto a hacer controles. En privado, los agentes lo atribuyen al malestar que se vive en la policía local máxime desde que estalló el conflicto entre la edil y el jefe titular, José Luis Blanco, quienes se han cruzado querellas en el juzgado.