En septiembre, los proveedores del Ayuntamiento de Plasencia tardaron en cobrar sus facturas una media de 86 días, a partir de la presentación de aquellas. La media de los doce meses anteriores fue de 78 días. No obstante, ese mes, pagó las facturas que de media llevaban doce días pendientes, aunque también le quedaban facturas por pagar que llevaban 184 días pendientes.

Son datos del Ministerio de Hacienda y la cara y cruz de un sistema que a la Concejalía de Hacienda le preocupa y quiere mejorar a partir de enero. Así, el edil José Antonio Hernández ha subrayado su intención de realizar un análisis más exhaustivo el próximo año con el objetivo final de reducir los plazos de pago.

La cuenta general del 2018, aprobada en el último pleno, arrojaba el dato de 81,3 días de media, muy lejos del mes que establece la legislación. Ante esto, Hernández ha señalado que se trata de una media, provocada porque hay facturas con un retraso de «300 o 400 días, que se arrastran de años anteriores» y son las que disparan la cifra porque, según afima, «el 90% de las facturas funcionan bien y, cuando la tramitación está iniciada, los proveedores cobran en menos de 30 días».

Ahora bien, hay otra circunstancia que está provocando retrasos en los pagos y es que, desde la entrada en vigor de la nueva Ley de Contratos del sector público, el departamento de Intervención está poniendo reparos a todas las facturas de servicios que no han sido licitados y esos reparos hay que levantarlos para poder ordenar el pago. El ejemplo más reciente es la factura del servicio de jardines, en trámite de licitación y con un reparo que se levantó en el último pleno.

«Muchos son servicios básicos y otros que no se han licitado en la vida. Se está reparando el gasto y eso genera muchísimo retraso». Por eso, las licitaciones se han multiplicado, unido a «un registro de facturas y una buena tesorería, cosas que no había cuando llegamos en el 2011».