La policía encontró ayer el cadáver de un hombre en su domicilio de la céntrica calle La Tea. Según se supo después, había fallecido aproximadamente once días antes.

El hallazgo del cuerpo tuvo lugar por la mañana a raíz de que un vecino, alertado por el mal olor que había en la calle, avisara a la policía. Los bomberos abrieron la puerta de la vivienda y encontraron el cuerpo sin vida de F.A.N., de 37 años, nacido en Plasencia y residente en Malpartida de Plasencia. Según la policía, los primeros indicios apuntaron hacia una muerte violenta debido a una hendidura que tenía en la parte posterior de la cabeza. Sin embargo, tras hacer el primer informe, la policía científica comprobó que esta lesión se debía al estado de descomposición del cuerpo, que estaba apoyado en el sofá, por lo que la conclusión final es que fue una muerte natural.

Según informaron desde la Subdelegación del Gobierno, el fallecido estaba en tratamiento psiquiátrico y le habían dado el alta dos días antes de su muerte. Ante esto, los vecinos explican que "era un hombre muy solitario, un poco raro y parece ser que tenía problemas con las drogas. Además, una vez oí gritos y le vi discutiendo con una persona", indicaba ayer una vecina. Precisamente fueron los vecinos los que ayer se dieron cuenta del mal olor que había en la calle, "pero pensábamos que eran las alcantarillas". Sin embargo, el hedor procedía de la casa del fallecido, a quien se le había echado de menos en la cafería a la que acudía diariamente a desayunar. También había llamado la atención del vecindario una luz encendida en la casa y la misma ropa tendida en la terraza desde hacía muchos días.

Al lugar de los hechos se desplazaron agentes de la policía científica de Cáceres y agentes de la Policía Nacional de Plasencia. La comisaría mantiene abierta la investigación mientras está previsto que hoy se realice la autopsia. La titular del Juzgado número 3, que instruye diligencias, ha decretado el secreto del sumario.