LOS TRABAJADORES de la obra de la rampa de acceso a la iglesia de San Esteban se toparon el viernes con restos humanos en el subsuelo. Según informó el obispado, al retirar una losetas, aparecieron dientes, clavículas y algún fémur. La explicación es que, hasta 1870, era habitual utilizar el interior y exterior de las iglesias para enterramientos humanos. Por tanto, para el obispado, el hallazgo entra dentro de la normalidad. La obra no parará y los huesos se devolverán al lugar exacto donde se encontraron.