Magullada pero viva. Así encontró ayer un policía nacional retirado de Plasencia a la joven de 19 años Estela Fernández después de que hubiera permanecido desaparecida de su casa en Malpartida de Plasencia durante casi 24 horas.

Tanto su familia como las 500 personas que la habían estado buscando día y noche, entre vecinos y fuerzas de seguridad, respiraron aliviados al conocer por boca de la propia joven que su desaparición se debió a un accidente al caerse de la bicicleta, ya que el hallazgo del vehículo, manchas de sangre en varias piedras y un guante por un joven a primera hora de la mañana hicieron temer lo peor. Aún así, la chica tuvo que ser atendida en Urgencias del hospital Virgen del Puerto y después trasladada al hospital Infanta Cristina de Badajoz con pronóstico reservado. La madre, visiblemente preocupada, no quiso ayer hacer declaraciones, pero sí mostró su satisfacción por haberla encontrado con vida y, al igual que el ayuntamiento, quiso dar las gracias a todas las personas que participaron en su búsqueda.

EN SANTA BARBARA El accidente tuvo lugar en una curva de un camino de la sierra de Santa Bárbara, que une la carretera de Jaraíz con el repetidor, con la mala fortuna de que cayó a un zarzal y, según informaron el alcalde en funciones del pueblo, Fernando Sánchez, y la policía nacional, debió pasar la mayor parte del tiempo inconsciente y después arrastrarse durante varios metros entre zarzales y matorrales terraplén abajo hasta caer unos cuatro metros a la zona donde la encontró el policía en segunda actividad Rafael García, a las puertas de su finca.

La joven había sufrido arañazos y erosiones por todo el cuerpo y tenía un fuerte golpe en la cabeza con un hematoma que le cerraba totalmente el ojo izquierdo. Estaba consciente y pudo caminar incluso hasta el vehículo policial que la trasladó al hospital, aunque después tuvo que ser enviada en helicóptero a Badajoz con fractura de mandíbula, según el SES.

Fue un final que, según confesaron ayer algunos participantes en la búsqueda, pocos esperaban, sobre todo después de haber encontrado el joven Alberto Castro en torno a las 07.30 horas de ayer la bicicleta de la joven junto a un zarzal: "Cuando la ví, pensé lo peor, que la habían violado o algo así porque la bicicleta estaba como escondida". A partir de ese momento, perros de la Guardia Civil comenzaron a rastrear la zona hasta dar con un guante de ciclista y en torno a las diez, apareció la joven.

Terminó así una búsqueda que ha movilizado a todo Malpartida de Plasencia y comenzó después de que la familia denunciara la desaparición a las 14.30 de ayer tras no recibir noticias de la joven, que había salido a montar en bicicleta por la mañana. La hipótesis de que debió quedar inconsciente tras sufrir un golpe se basa en que la familia la estuvo llamando al móvil desde las once de la mañana aproximadamente sin obtener respuesta. Ayer, la joven sólo recordaba haberse caído. Así, el alivio y la satisfacción son el sentimiento general entre vecinos, funcionarios, policía local, 112 y guardia civil, que no pararon de buscarla hasta encontrarla.