No hay quien pare en la calle Zapatería. El hedor que desprenden las aguas fecales de una vieja avería en la confluencia con la calle Arenillas hace muy desagradable el paso por esta transitada y céntrica rúa comercial que es, además, una de las que más turistas recibe por su proximidad al Parador y la zona monumental.

Ya en verano empezó a brotar el agua a la vía pública y la Asociación de Vecinos de Zona Centro denunció el vertido en octubre al ayuntamiento, cuyos técnicos han detectado justo antes de Navidad que el origen está en un edificio particular y no en la red municipal de saneamiento. Así que la Concejalía de Obras ha instado a los particulares a acometer las obras nada más terminar las fiestas navideñas, según indicó ayer la concejala delegada, Mónica García.

PENDIENTES DE LA OBRA De hecho la tienda de antigüedades Deco Arte y el restaurante Casa Juan han empezado a desalojar algunas zonas de sus establecimientos en previsión de que esta misma semana se abra la calle a su altura. "Por algún sitio hay que empezar --decían ayer en Casa Juan-- y a nosotros nos está perjudicando mucho". Tanto que el libro de sugerencias del restaurante acumula quejas por los malos olores de la calle y lleva arrojados veinte litros de ambientador para contrarrestarlos.

Lo que se desconoce es si la zanja afectará a la calle Zapatería hasta el punto de tener que cerrarla al tráfico y, por tanto, cuánto durarán las obras.