La feria del 2007 ha ganado en participación y calidad respecto a la anterior edición. Esta es la conclusión a la que llegan tanto hosteleros como peñistas y taurinos, y que también comparte el concejal en funciones de Festejos, Blas Raimundo.

Para los hosteleros del centro, las fiestas han sido todo un éxito. Raúl Paniagua, responsable de la Pitarra del Gordo, aseguró ayer que han trabajado "mucho y bien" desde el miércoles. También valoró el trabajo de los operarios de la limpieza "que han sido muy profesionales".

Para Ladislao Granados, presidente de la federación de peñas, las fiestas han sido mejores que las del 2006 en cuanto al número de asistentes a las casetas, aunque según declaró ayer "es indispensable que las casetas sean fijas y que el lunes de resaca vuelva a ser festivo".

Los toros han generado este año mucha expectación por la presencia de dos diestros de la talla de Talavante y El Cid, principales atractivos de los festejos taurinos, aunque no rayaron a la altura esperada. En opinión de Antonio Fernández, directivo del club taurino, la feria ha tenido una buena respuesta de público y "ha subido algo en calidad en relación al 2006, aunque el tercer día la corrida de Daniel Ruiz fue impresentable". Sin embargo, su valoración final es positiva "por la novillada y por el empeño que pusieron José María Manzanares y César Jiménez".

Blas Raimundo también se mostró satisfecho y destacó que no se haya producido ningún altercado importante "y eso es un logro por la gran cantidad de gente que salió a la calle".