El colectivo de hosteleros de la calle Patalón, popularmente conocida como Calle de Los Vinos , se ha unido para mostrar su solidaridad con el dueño del bar Caché, precintado la semana pasada por el ayuntamiento y mostrar su rechazo a los métodos utilizados, que califican de "abusivos" y "autoritarios".

"Es totalmente abusivo que se presenten agentes en tu negocio y te lo precinten después de meses esperando una respuesta para tu licencia de apertura", afirman. El sector culpa a la lentitud de las administraciones para conceder licencias de apertura y se queja de que esa lentitud "no tiene por qué pagarla ningún particular". Precisamente, uno de los motivos que ha alegado la Concejalía de Interior para precintar el bar ha sido el de carecer de licencia de apertura.

Pero además, los hosteleros dicen que no ha habido comunicación alguna con el dueño actual para informarle de los requisitos para aceptar su petición de licencia. Esto contrasta con la información que facilitó el ayuntamiento, ya que, según Interior, el local había recibido varios requerimientos del gobierno.

Sin embargo, los hosteleros insinúan que el dueño actual no tenía constancia de esto al señalar: "Nadie es adivino, nadie puede saber lo que su establecimiento arrastra antes de entrar en él", por lo que piden al gobierno "más comunicación con nosotros por favor, por el bien de nuestra ciudad y de los puestos de trabajo que, con actuaciones como esta, ponéis en peligro".

Precisamente, los hosteleros hablan de que al precintar este establecimiento, han dejado a su dueño "sin ingreso económico alguno y con una familia que mantener", por lo que esperan que la situación se solucione y piden que en el futuro "estas actuaciones no se hagan de esta manera tan autoritaria".

Cabe recordar que otra de las razones por las que Interior ordenó el precinto del bar fue la de "incumplir reiteradamente el horario de cierre". El propietario tiene un mes para interponer un recurso de reposición y dos si es contencioso-administrativo.