Podrá gustar más o menos, pero la iluminación navideña de este año va a ser la que más barata salga a los placentinos en años. Por eso los más críticos no saben cuánta razón tienen cuando dicen que es muy austera aunque se refieran a la cuestión meramente estética.

La razón es que este año se ha impuesto el llamado hilo luminoso, de 1.500 watios de consumo, frente a los 3.500 de los arcos tradicionales de bombilla. O sea la iluminación más discreta que exhibe la avenida Alfonso VIII frente a la más vistosa de la avenida de la Vera por poner un ejemplo ilustrativo. Como el primero hay exactamente 118 repartidos por toda la ciudad y como los segundos no más de 25, incluida la estrella de Santa Bárbara, y es que el arco de hilo luminoso está desbancando al clásico.

También la microbombilla, como la de las guirnaldas de colores que decoran los árboles de la plaza Mayor. "Para los gustos se hicieron los colores y puede que haya quien piense que es una iluminación austera, pero estos materiales son los de más bajo consumo que hay en el mercado y se están imponiendo en todas las ciudades". Lo dice José Manuel Gallego, de la empresa Blachere, que resultó adjudicataria por tres años a razón de 49.000 euros cada uno.

Es una multinacional de origen francés autora, entre otros proyectos, de la iluminación que estrenó la Torre Eiffel en el 2000. Mientras hay quien piensa que más que austera, la decoración navideña resulta pobre. Quizá por estar tan repartida, como apunta la propia empresa. El concejal, Blas Raimundo, no quiso opinar.