A las cinco de la tarde, la plaza Mayor estaba llena de niños que esperaban con ilusión la llegada de los Reyes Magos de Oriente. Los nervios se reflejaban en los rostros de los pequeños que, impacientes, esperaban en la cola para acceder a la jaima habilitada bajo el balcón del ayuntamiento.

Un ruido de tambores despertó la atención de los presentes y, de repente, apareció la comitiva real a pie por la calle del Rey procedente del ayuntamiento. Melchor, Gaspar y Baltasar, acompañados por su séquito, dejaron boquiabiertos a los niños que gritaban con fuerza y saludaban a su rey favorito. Sus Majestades recorrieron toda la plaza y fueron saludando a todos los niños que encontraron a su paso.

Una jaima para los Reyes

Tras entrar en la jaima custodiados por la policía, los Reyes Magos comenzaron a recibir a los niños que guardaban una cola que llegaba de una punta a otra de la plaza Mayor.

En sus cartas, los más pequeños con ayuda de sus padres habían recortado y pegado de los catálogos sus juguetes favoritos. Había cartas de todo tipo, cartulinas coloreadas; decoradas con adornos de Navidad. "Todo es poco para los Reyes, a mi niño si le dejo escribe regalos por las dos caras", comentó una madre. Mientras esperaban para dar las cartas a los Reyes, los niños pudieron disfrutar con una compañía de animación que despertó la risa de grandes y pequeños.

Magia y diversión

Actores, magos, payasos y equilibristas se acercaban a los niños para amenizar su espera. Muchos aprovecharon para que les pintasen las caras de sus personajes favoritos. Batman o Spiderman los niños y de princesas las niñas. También se repartieron globos con forma de animales y flores entre los asistentes.

La música de villancicos y canciones favoritas de personajes de televisión acompañó a los niños durante toda la tarde. Y en un escenario central se fueron sucediendo diferentes actuaciones. Además de todo esto, los niños y niñas asistentes pudieron disfrutar con castillos hinchables temáticos. La fiesta se prolongó hasta las 21.00 horas y durante toda la tarde no dejó de haber niños esperando para saludar a los Reyes y entregar sus cartas llenas de ilusión y deseos.

La crisis también estuvo presente en esas misivas, como explicaron muchos niños. "Este año me voy a pedir menos juguetes porque estamos en crisis y los Reyes no pueden traer tanto", indicó uno de los niños que esperaba para entregar su carta. Todos los niños que pasaron por la jaima real recibieron este año como recuerdo un balón hinchable de llamativos colores que guardarán con ilusión, ya que ha sido su primer regalo de los Reyes Magos.