En el conservatorio no la veían con aptitudes para estudiar en el centro, sólo José Ramón Serrano confió en ella y la tomó como alumna en su clase de violonchelo. Diez años después, Georgina Sánchez ha sido la primera clasificada en la modalidad de cuerda del concurso nacional intercentros para alumnos de conservatorios de todo el país.

Georgina vive en Valladolid tras decidirse a dejar el conservatorio placentino porque "la situación se estaba haciendo insostenible, algunas personas me cogieron manía y me quisieron suspender". Ahora estudia en Palencia con un 9 de nota media y aspira a comenzar el ciclo superior en la Escuela Superior Reina Sofía de Madrid. El mes pasado volvió a la ciudad para dar un concierto de violonchelo junto a un pianista y confiesa que "me gustaría ser solista o tocar en una orquesta y aunque está un poco difícil, si sigo trabajando puede que lo consiga, la ilusión me mueve a seguir".

Sólo tiene 17 años pero tiene muy claro lo que quiere transmitir con su música: "Me gustaría que la gente se liberase de sus tensiones y problemas, ser como una curandera, ofrecer un servicio a los demás y disfrutar también yo". Recuerda con cariño a su profesor y compañeros de orquesta y solfeo y recomienda a los apasionados de la música "que sean como fieras para conseguir lo que quieren".