El monumento, cortinas, manteles, todo lo que había en una pequeña capilla situada junto a la nave principal de la iglesia del Pilar se quemó en el incendio que se originó el jueves en torno a las nueve de la noche. Según los bomberos, la causa fue un cortocircuito y las llamas se propagaron rápidamente, aunque sólo dentro de la capilla porque inmediatamente llegaron los bomberos y varios coches de la policía local y nacional. Aún así, el humo llegó hasta la nave principal y tiñó las paredes de negro. Sólo se registraron daños materiales ya que en el momento del incendio no había nadie en la iglesia.

El párroco José Antonio Esteban informó de que habrá que pintar la iglesia y dio las gracias a los numerosos vecinos del barrio que acudieron el viernes a fregar y limpiar techos y paredes. "La respuesta ha sido espléndida".