No hubo heridos, pero el incendio ayer de un piso en la avenida Cañada Real arrasó por completo la vivienda, propiedad de un policía local, y obligó a sus compañeros a desalojar el bloque, de tres pisos, para evitar intoxicaciones.

Según fuentes policiales, todo ocurrió en torno a la una de la tarde, cuando uno de los hijos del matrimonio dueño del piso estaba en la casa, un segundo piso del bloque número 16. Salió rápidamente del domicilio y avisó a su padre, e inmediatamente, varias patrullas de la policía local se presentaron en el lugar, situado junto a los Multicines Alkázar.

A la policía local se sumaron dos dotaciones de bomberos, más uno de sus vehículos todo terreno, además del 112 y otros efectivos. Según informó la Concejalía de Interior, los bomberos tardaron más de una hora y media en sofocar las llamas, que causaron alarma entre los vecinos y paseantes y a las que siguió después una gran humareda.

La policía local, por su parte, procedió a desalojar el bloque, en el que en esos momentos se encontraban tres personas mayores. Una de ellas tuvo que ser trasladada en brazos por un agente, ya que apenas podía caminar y finalmente, cuatro policías locales necesitaron ser atendidos por el 112 por dificultades respiratorias.

Sobre la causa del incendio, tendrá que confirmarla una investigación pero todo apunta a que se debió a un cortocircuito originado en uno de los dormitorios de la vivienda, que quedó calcinado, al igual que el resto de los dormitorios. Muy dañados están también el resto de dependencias de la casa, para desgracia de sus propietarios, que ayer se llevaban las manos a la cabeza y que ayer tuvieron que dormir con otros familiares.

El fuego no pasó al interior de las viviendas vecinas, aunque sí afectó a fachadas, cableado y toldos, según los bomberos, que estuvieron cinco horas en la zona en labores de extinción, prevención y ventilación. Con todo, el concejal de Interior, Francisco Martín, que acudió a la zona, destacó la rápida intervención de todos los efectivos, que "han evitado una situación que podía haber sido mucho más grave, no hay que lamentar heridos y eso es lo más importante".