LOS OPERARIOS comenzaron a trabajar ayer en el derribo de las tres casas con expediente de ruina situadas en la puerta Berrozana y anexas a la muralla. Los trabajos se alargarán en torno a dos meses porque el derribo debe salvaguardar una de las fachadas y respetar los suelos de la planta baja para preservar posibles restos arqueológicos.