La empresa INSA (Ingeniería de Software Avanzado SA) cerrará en el mes de diciembre el centro de trabajo que tiene en Plasencia, en el que trabajan actualmente en torno a 40 trabajadores, que serán trasladados, en su mayoría al centro Cénit de Cáceres. La noticia la han conocido los empleados este mes y ya han mostrado su oposición, sobre todo, por el impacto que advierten que supondrá para la conciliación del traslado con su vida personal y familiar. Por eso, han propuesto alternativas, entre ellas, buscar un local más económico y apropiado para desarrollar el trabajo y sufragar el alquiler de su propio bolsillo.

INSA abrió en noviembre del 2006 el centro de trabajo placentino, ubicado en la avenida Alfonso VIII 32, a raíz de un contrato firmado con la antigua Caja Extremadura por 5 años, que después se ha renovado. Sin embargo, este año, la entidad, ya integrada en Liberbank, anunció a la empresa la finalización del contrato el próximo 31 de diciembre. Ese ha sido el detonante de la decisión de cerrar la oficina y trasladar a los trabajadores, para evitar despidos y optimizar desde el punto de vista organizativo a los empleados, según les ha transmitido.

Además, la empresa les ha remitido una memoria, en la que explica las causas de la medida y la justifica también por la necesidad de reorganizar sus recursos en otras ubicaciones para optimizar su competitividad como empresa tecnológica y en las deficientes condiciones técnicas de la oficina actual.

Pero los empleados han replicado que el traslado afectará a 40 familias y dañará muy gravemente su conciliación familiar porque la mayoría tiene hijos en edad escolar. Además, se quejan de enfrentarse a hechos consumados y de no haber tenido oportunidad de estudiar soluciones de forma conjunta y señalan que el traslado ampliaría su jornada laboral y les obligaría a realizar más de 3.000 kilómetros al mes en coche.

Por todo, quieren que la empresa se replantee el cierre de la oficina y su traslado y están dispuestos a buscar ellos mismos una nueva ubicación y a sufragar los costes de alquiler del local. Ayer comenzaron las negociaciones, que durarán unas dos semanas. Esperan poder acercar posturas, sobre todo por su "derecho a conciliar la vida laboral con la familiar".