Entre el verano y el otoño del año pasado, la policía local retiró 38 ciclomotores de la vía pública por no llevar el tubo de escape adecuado. Ahora insiste en esta medida y quiere llegar al máximo posible de los 1.854 ciclomotores censados en la ciudad a 30 de abril, lo que las asociaciones vecinales demandan para evitar los ruidos.

Además de los cambios en el tubo de escape para conseguir más potencia, velocidad y más ruido, otras infracciones frecuentes en los ciclomotores son circular sin retrovisores; modificar el tamaño y perfil de las ruedas; quitar la pata de cabra y basculantes y cambiar filtros de aire y carburadores, según los datos de la policía local.