La Concejalía de Interior ha intensificado los controles sobre los establecimientos de la movida nocturna para controlar, sobre todo, que cumplen con el horario de cierre. La medida llega después de que los vecinos de la calle Cartas y aledañas pidieran por escrito a la alcaldesa más vigilancia y control sobre las licencias de apertura, horario y ruidos de una decena de bares.

De momento, el concejal Francisco Martín ya ha anunciado que, de ahora en adelante, la policía local intensificará los controles en los establecimientos de ocio nocturno durante los fines de semana con el objetivo de "terminar con los problemas de ruido, suciedad e incivismo", según informa Efe.

Precisamente, ha hecho un llamamiento a los dueños de estos establecimientos para que cierren a su hora y les ha recordado que, al igual que ellos tienen derecho a ejercer su actividad, "los ciudadanos también lo tienen al descanso. Esto no es la selva y por eso nos hemos dado unas normas que tenemos que cumplir para garantizar el derecho de todos", subrayó.

Como consecuencia de estos controles, la policía local ya ha denunciado al menos a tres locales por encontrarse abiertos fuera del horario establecido y será la Junta de Extremadura la que determinará la sanción.

Los primeros sancionados han sido la discoteca Moma, La Varita Mágica y Gabana, ningún ubicado en el entorno de la calle Cartas, donde sus vecinos han reunido ya medio centenar de firmas para pedir más vigilancia y control policial.

Todas las han remitido ya los vecinos al ayuntamiento y seguirán recogiendo firmas, con las que piden no solo que se controle el horario de cierre de la decena de bares instalados en esta parte del casco histórico, sino también el nivel de ruidos y se compruebe si tienen la necesaria licencia de apertura.

En el caso de los ruidos, afirman que estos diez establecimientos "no respetan el nivel de decibelios establecido para los equipos de música, en el caso de los locales que disponen de permiso para su utilización".

Pero además, están convencidos de que muchos de estos locales carecen de licencia de apertura y aún así, denuncian que "de forma continuada venimos soportando el abuso por parte de los bares y pubs ubicados en estas calles".

Los vecinos han tomado la determinación de recurrir a las firmas porque dicen estar desesperados: "La situación se hace insostenible para los vecinos que residimos en esta zona de la ciudad, donde continuamente se vulnera nuestro derecho al descanso nocturno".