La última persona que pudo haber frenado las adjudicaciones irregulares de obras municipales fue la alcaldesa. Así se lo manifestó el interventor municipal al juez en su declaración del pasado 8 de octubre y también que Elia Blanco conocía todas las observaciones que realizó, en las que advertía de la repetición de facturas hasta exceder la cantidad de una obra menor, por lo que debían adjudicarse por concurso, pero Blanco hizo caso omiso.

Es lo que declaró ante el juez, según ha podido saber ahora este periódico, como también, que realizó observaciones en tres de las cuatro obras que se investigan inicialmente: piscina climatiza, pista de motocross y obras en la ciudad deportiva. Así está plasmado en las propuestas de gastos, donde refleja la coincidencia de propuestas en cuanto a los conceptos y adjudicatario --siempre la empresa de José Antonio Romero-- y advierte que, por su importe global, requiere pública licitación.

Así, Roberto Del Olmo explicó al juez que, una vez realizadas las observaciones, los expedientes se suspendieron hasta resolver las discrepancias con los ediles. Estos no retiraron sus propuestas, con lo que las discrepancias las resolvió la alcaldesa, que en todos los casos dio el visto bueno a las propuestas.

En este sentido, Del Olmo señaló al magistrado que puso en conocimiento de la alcaldesa los fraccionamientos de contratos, pero hizo caso omiso y también que Tornero, Raimundo y Barbancho tenían conocimiento de las irregularidades a través de las observaciones, incluso, en el caso de Tornero, Barbancho y la alcaldesa, porque así se lo manifestó además verbalmente.

LAS OBRAS Respecto a las obras investigadas, el interventor dijo no haber puesto reparos a la del aparcamiento de La Isla porque secretaría preparó un contrato menor por 49.900 euros, que la alcaldía adjudicó a Ogex y luego hubo un segundo, propuesto por Blas Raimundo y por valor de 42.920 euros, pero por otro concepto, el de acondicionar terrenos para usos múltiples en la zona de la piscina natural del parque de La Isla, por lo que no los relacionó. En el primer caso, Francisco Barbancho era el alcalde en funciones y Ogex acusó recibo de la invitación a realizar la obra dos días después de haberlas iniciado.

Sobre la pista de motocross, realizó observaciones y puso en conocimiento de la alcaldía que superaba los 50.000 euros de una obra menor, con lo que debía haberse licitado, pero afirmó que la alcaldía autorizó la adjudicación directa.

En cuanto a la piscina, superó los 130.000 euros en más de doce facturas por los mismos conceptos, según dijo al juez, por lo que hizo observaciones y además conoció después que el procedimiento se hizo al revés, de forma que llegaban primero las facturas y después el concejal hacía la propuesta de gasto.

En el caso de las obras en la ciudad deportiva, se giraron hasta 29 facturas por un precio total de 285.000 euros, por lo que también hizo observaciones, e igualmente, la mayoría de facturas tenían fecha anterior a la propia propuesta de gasto.

EL PROCEDIMIENTO En relación al procedimiento, Del Olmo explicó al juez que, primero, el concejal realiza una propuesta de gasto y la función y obligación del interventor es solo la de señalar si existe o no consignación presupuestaria para realizar esa obra. Así, las observaciones son voluntarias y a ellas tiene acceso el edil de Hacienda que, según indicó, puede retirar la propuesta o mantenerla y la que finalmente autoriza o no el gasto tras ver la observación es la alcaldesa, aunque Del Olmo debe firmar la orden de pago por existir consignación.