Isabel Ramos fue la primera mujer que ingresó en la Policía Local de Plasencia. Fue en el año 1983 y, como ejemplo de la discriminación que han sufrido las mujeres en este y otros cuerpos de hombres, señala que "yo tenía que demostrar qué hacía una mujer en el cuerpo, a cada paso que daba. Los hombres no tenían que demostrar nada, habían sacado la plaza y punto".

En cuanto a la visión que tenía la sociedad, recuerda que "la gente venía a la plaza Mayor para verme y el alcalde de entonces dijo que yo no hacía noches. No me pareció justo y en una reunión se lo dije. Me dijo que no estaba de acuerdo y al final pude hacerlas".

De eso hace 33 años y afirma que actualmente "no es lo mismo, la sociedad ha cambiado mucho" y dentro del cuerpo "no se nota tanto". Su abuelo materno y su padre eran policías, pero ni su padre, ni su madre, ni su hermano vieron bien que ella quisiera serlo. "Después mi madre me dijo que bueno, que así mi hermano se picaba y sacaría la plaza, que era quien tenía que sacarla. Muchos decían que iba a durar poco".

Su compañera Gema Moretón ingresó en el año 2000 y fue la primera mujer policía de Coria. También ha tenido siempre que "ir demostrando un poco más" y apuesta porque haya más mujeres con un ejemplo: "En casos de violencia de género, las víctimas siempre nos buscan a nosotras".