Javier Gurruchaga y la Orquesta Mondragón no necesitan presentación. Después de 40 años sobre los escenarios, siguen incombustibles. No obstante, el propio Gurruchaga define a la banda jocosamente como «los Stones» españoles, «viejos veteranos» que «morirán con las botas puestas» porque, a sus 58 años, «uno quiere seguir haciendo cosas». Lo importante, en su opinión, son «las ganas de trabajar en lo que te gusta, de entretener, en el humor, las ganas de divertirse y esto es recíproco, así que seguiremos».

De momento, como punto de inflexión tras estos años, la orquesta está de gira con Anda suelto Satanás, nombre de la gira, de su último disco y de una canción de Luis Eduardo Aute a la que han hecho unos arreglos. Esta, junto a «antiguas, viejas canciones, lo que hemos hecho siempre», componen el disco y el «recital de canciones» que ofrecerán al público que acuda mañana a su concierto, a las nueve de la noche en el teatro Alkázar.

Sobre el escenario, un Javier Gurruchaga que es «un personaje, pero que tiene mucho de mí mismo. Te metes en las canciones y en el personaje, pero prevalece en mi caso Javier Gurruchaga».

Un artista polifacético que «iba para contable, para empleado de banca», pero que quería ser saxofonista. De hecho, estudió cinco años en el conservatorio, aunque no llegó a terminar la carrera y al final, «tiré por el mundo de la canción. Siempre me gustó cantar y me he defendido cantando. No está tan alejado de lo que quería ser y en la banda siempre he llevado a un saxofonista. No me puedo quejar».

«Ha merecido la pena»

Porque echando la vista atrás se ha preguntado «si había merecido la pena tantos años dedicados a esta profesión y creo que sí», a pesar de que reconoce que «uno se equivoca mucho».

En este aniversario, se ha rodeado de cantantes españoles y mejicanos, como Rafa Sánchez de La Unión, Alejandra Guzmán, Moderatto, Nacho G. Vega y el propio Aute para editar un disco de duetos.

Mañana en el Alkázar, se acopañará de un sexteto de músicos: un saxo, un piano, un batería, un bajo y dos guitarras y no faltará la presencia femenina. Todo para ofrecer un espectáculo preparado «con todo el cariño del mundo», en el que será el primer concierto de esta gira en Extremadura, que Gurruchaga ha recorrido en su faceta de cantante y también de actor.

Precisamente, en el 2017 ejercerá en teatro de un Napoleón séptimo encerrado en un psiquiátrico y, ya en el 2018, habrá disco con temas nuevos.