"Mi pintura se sostiene en tres conceptos clásicos de armonía, ritmo y equilibrio. El dibujo y la pintura se confunden y sugieren espacios que recorremos con la mirada y con la mente. Cada plano, cada arista, cada línea se rebela con precisión y cada ángulo o intersección es un acontecimiento sobre la tela". Así define el placentino Emilio Gañán su segunda exposición individual en la ciudad, titulada Arritmias , que ha permanecido durante un mes en la galería Blanco sobre Blanco.

Para este joven que lleva unos diez años pintando tras pasar por la universidad de Bellas Artes de Salamanca, la muestra ha constituido sobre todo un juego pictórico porque "en los cuadros hay muchas líneas que sugieren unas perspectivas, pero que en realidad no lo son". "Quiero que la gente se sienta libre, como yo cuando pinto".

Becado para ir a Roma

Gañán se sitúa dentro de las vanguardias y califica su obra como "una de las centenas de variantes que hay de la abstracción geométrica". Sobre esta base, ha realizado ya varias exposiciones individuales y colectivas dentro y fuera de la región y trabaja con asiduidad con la galería madrileña Fernando Pradillo y la pacense Angeles Baños.

Su futuro más inmediato después de Arritmias está en Roma, ya que ha recibido una beca del Ministerio de Asuntos Exteriores para permanecer seis meses en la Academia de España en la capital italiana. "Estoy muy contento porque he pasado una criba muy grande y allí te dan un taller para pintar".