Mentalismo, ilusiones y cartas. Esto es lo que verán mañana todas las personas que se acerquen a la sala Verdugo a las 18.30 horas para apoyar a Pedro González, un mago de 14 años que debuta en solitario.

El joven asegura no estar nervioso. Lleva dedicándose a la magia, de forma más seria, desde hace dos años, aunque comenzó cuando tan solo tenía siete, gracias a un espectáculo de Jorge Luengo en el IES Santa Bárbara, cuando su hermana era alumna del centro.

Asegura ser un mago autodidacta, consulta libros, ve videos... pero lo que más le apasiona es idear y crear sus propios juegos de magia, algo que cada día sorprende gratamente a su familia, cuenta.

Pedro tenía muchas ganas de hacer un espectáculo como este, y su hermano --el cantante Ismael González, que actuó el pasado viernes en el Alkázar-- no dudó en ayudarlo. Solicitó al ayuntamiento la sala y comenzó a prepararse el número. Suele ensayar diariamente, siempre que sus estudios se lo permiten, ya que "en época de exámenes no puedo ensayar", explica.

Si todo sale bien, el joven se animará a probar suerte con espacios más grandes, como Santa María o Santa Ana, y también le gustaría poder actuar en fiestas de cumpleaños de particulares.

Le gusta la magia de salón, de escenario, aunque con su familia o con sus amigos suele hacer magia de cerca y también en el instituto, pues como a todo buen alumno, los minutos de distracción nunca le están demás. Casualmente, su referencia profesional es Jorge Luengo, el mago cacereño que le inculcó, sin saberlo, el gusanillo de la magia.

Además de su actuación de mañana, el joven estará el próximo 17 de junio en el IES Santa Bárbara, junto a muchos de sus compañeros, en un festival solidario organizado por el centro, a beneficio de Valeria.

La entrada para disfrutar del espectáculo de Verdugo cuesta dos euros y uno será para ayudar en las operaciones de Valeria. Con el otro euro costeará los gastos de la función y también futuros proyectos. Durante las vacaciones tiene pensado viajar a Madrid o Barcelona para matricularse en algún curso de magia y seguir aprendiendo poco a poco, cuenta.