A las diez de la mañana comenzaba ayer el juicio que por primera vez sienta en el banquillo de los acusados a un exregidor de la ciudad, Elia María Blanco; otros dos ediles actuales, 3 exediles y un constructor.

El primero en llegar a los juzgados fue Blas Raimundo y lo hacía solo. Francisco Barbancho llegó junto a su abogado, y en la sala, le acompañaron su mujer y su hija. Mónica García llegó arropada por cargos de su partido como Damián Beneyto y Victoriano Durán y tras ella, José Antonio Romero, Enrique Tornero y Pablo Sánchez Del Mazo junto a sus abogados. A Elia Blanco le acompañaban cargos del PSOE como Jesús Muñoz, Ramón Pedro Rubio, la exedil Carmen Blázquez y la expresidenta de la gestora, Puerto Martín y, por la tarde, se incorporaban la socialista Pilar de la Nava y la secretaria del grupo municipal, Matilde Rodríguez.

Apenas una quincena de personas de público, entre ellas la exedil Pepa Camisón y el presidente vecinal de Intramuros.

De los imputados, Pablo Sánchez Del Mazo se sentó junto a los abogados, al representarse a sí mismo. Evitó además el sol de primero hora, que obligó a los imputados a utilizar gafas de sol en un primero momento.

Como anécdotas, los avisos de la jueza. A Tornero le dijo que no interrumpiera porque podía echarle unos minutos y, en general, les advirtió de que no estaban en un pleno y debían respetar la sala.